El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 derrocó a un gobierno legítimo y constitucional e instaló en su lugar una dictadura integrada por una junta militar encabezada por los comandantes de las tres fuerzas armadas, que llevó a cabo un plan sistemático de genocidio desde el estado coordinado con las demás dictaduras militares de los países latinoamericanos. Fue el llamado plan Cóndor, un plan continental de represión hacia los sectores populares y de destrucción de los aparatos económicos de los distintos países. Esta dictadura terrorista, contó en Argentina.

Con el apoyo de los principales medios de comunicación privados, influyentes grupos de poder civil, la protección inicial del gobierno de los Estados Unidos y la pasividad de la comunidad internacional .Así pues se torturó y ejecutó clandestinamente a miles de personas y estableció centros clandestinos de detención.

Durante este régimen militar no sólo se trató de disciplinar con el objetivo de conseguir obediencia sino también con la imposición de un plan de entrega y destrucción económica. Se trató de eliminar todo tipo de oposición y la política económica de la dictadura quedó a cargo de grupos económicos pertenecientes al capital financiero y la oligarquía nacional a cargo de José Alfredo Martínez lo que produjo una destrucción del aparato productivo. La educación y la cultura fueron reprimidas y controladas muy especialmente, muchos artistas escritores y docentes engrosan las listas desaparecidos durante este régimen criminal.

En 1982 el gobierno militar emprendió la guerra de Malvinas contra el Reino Unido con el objetivo era auto legitimarse pero se convierte esto en otro crimen miles de jóvenes casi niños, son muertos y mutilados.

Esto obliga al gobierno a llamar a elecciones para el 30 de octubre de 1983 en las que triunfa el candidato de la unión cívica radical Raúl alfonsín.

La dictadura militar representa un hecho histórico que se inscribe en la memoria colectiva como un intento inútil de cambiar la historia y aniquilar ideas, aún sufrimos las consecuencias, aprendamos a ver la realidad no nos quedemos con falsos relatos y dobles mensajes no permitamos que se utilice esta parte tan trágica de nuestra historia para intereses sectoriales por la defensa de la Democracia sus instituciones derechos humanos y del pueblo.
NUNCA MÁS!

Comité Departamental de la Unión Cívica Radical