(AP Noticias) Por Ceferino Azambuyo. Radar vigila, entonces cómo se explica
Por Ceferino Azambuyo. Radar vigila, entonces cómo se explica
El sistema de radares en Argentina se ha implementado para la cobertura de amplias zonas evitando la aeronavegación clandestina y permite detectar en condiciones adversas, incluso cuando desconectan el transponder, (transmite información de identificación de la aeronave y su altitud) observándose como un punto y de esa manera asociando las coordenadas enviar aviones de reconocimiento para actuar en consecuencia, parece no haberse comportado correctamente en el caso de la avioneta que aterrizó por agotamiento de combustible en un campo de Islas de Ibicuy con 356 kilos de cocaína de máxima pureza.
Parece que luego de varios días nadie se aviene a explicar que pasó, si falló el radar, si fue una falla humana o alguien o algunos estuvieron distraídos mientras las pantallas acusaban la presencia irregular de la avioneta que sobrevolaba por los campos con una matrícula apócrifa de argentina, según se informó.
Este episodio no es menor porque, los ocupantes de origen boliviano y brasilero, llevaban un cargamento millonario en droga parece no tener responsables, al menos que se sepa públicamente, de un delito que muestra a las claras como se viola el espacio aéreo de nuestras fronteras y habiendo invertido cifras millonarias no se alcanzarían las soluciones para frenar este flagelo que destroza familias y mata a las personas.
De acuerdo a la información, por citar un ejemplo, el radar ubicado en Villaguay tiene alcance suficiente para haber detectado el avión monomotor marca Cessna Centurion-210 con matrícula falsa de Argentina (LV GOP) y matrícula real desconocida, presuntamente de Bolivia, pilotado por un brasileño y acompañado por una mujer boliviana fue atrapado porque el dueño del campo advirtió la conducta sospechosa de los ocupantes de la aeronave y dio aviso a la policía de Entre Ríos que actuó como corresponde, descubriendo este ilícito.
Según describe “La Fusta digital”: Este avión ocupado por una supuesta "pareja de empresarios" con la mujer boliviana alias "Chabela", reconocida en su país al haber sido electa por su belleza como "Miss FexpoBorja", quien intentó engañar con un supuesto embarazo para poder huir, en realidad iría en el rol de "vigilante" de un piloto brasileño (Carlos Costas Díaz, de 52 año) presuntamente enviada por un capo narco boliviano para custodiar que no le "mejicaneen" la carga transportada de 359 kilos de cocaína desde dicho país vecino, hasta que el fallido narcovuelo se quedó sin combustible, aterrizando en el sur de Entre Ríos, en Ibicuy, a solo 10 minutos de su destino en el norte bonaerense.
El aterrizaje ocurrió en un campo de la zona de islas del Delta del Paraná por falta de combustible. Se especula que la avioneta habría recorrido al menos 1.500 kilómetros desde Bolivia sin realizar repostaje. La pareja que viajaba en el avión intentó persuadir al propietario del terreno de no alertar a las autoridades, ofreciendo dinero y solicitando ayuda médica, pero este informó de inmediato a la policía.
De acuerdo a los datos precisados en su momento el radar de largo alcance instalado en Villaguay, modelo RPA240, junto a otros cinco ubicados en el NEA, detecta vuelos clandestinos, fue parte de un plan para mejorar la vigilancia del espacio aéreo argentino. La rareza es que este pequeño avión sorteó el sofisticado sistema y solo falló porque agotó su combustible. Entonces la pregunta es cuántos otros han podido tener mejor suerte que el descubierto por un ciudadano comprometido que no dejó pasar esta situación.
Hace uno días levantó revuelo un alambrado de 200 metros que un intendente, por iniciativa del ministerio de seguridad de la nación, decidió colocar en un lugar donde el paso desde Bolivia no tiene control esquivando migraciones y durante la entrevista un periodista le dijo que eso no es nada en comparación con el uso de aviones, que atraviesan los cielos de la frontera, para el traslado de estupefacientes. Es decir que es vox populi que los controles son laxos, no se hacen como corresponde y asistimos a una red de “distraídos” que, en vez de cumplir la función miran para otro lado vaya saber porque intereses oscuros que si bien podemos sospechar lo correcto es que a través de la investigación puedan ser demostrados.
En las rutas nos advierten los carteles que el Radar Vigila y tengan la certeza que es así. Lo que advierte sobre el límite de velocidad parece tener efectividad y cumplimiento, aunque digan que el objetivo es solo la recaudación. En el aire no hay carteles sin embargo esa ventaja de tener valiosa información para aplicar las leyes no solo depende de los instrumentos de detección sino, y mucho, de las personas y se queremos pensar que la falla está ahí entonces encontramos la explicación a este y otros tantos aberrantes hechos.
Villaguay 2025-01-29