Anoche, en la cancha del Club Libertad de Domínguez, se disputó la final anual de fútbol femenino entre Libertad y Barrio Sur. El partido terminó 2 a 2 y se definió por penales, consagrando campeón al equipo de Barrio Sud.

Tras el partido, y mientras el equipo ganador celebraba de manera tranquila, se produjo un episodio de violencia iniciado por jugadoras y cuerpo técnico de Libertad. Las agresiones obligaron a las jugadoras de Barrio Sud a refugiarse en un vestuario y abandonar rápidamente la cancha para resguardar su integridad.

Lo más llamativo es que, mientras el equipo campeón estaba siendo expulsado de su propio festejo y no podía recibir su trofeo, dentro del campo de juego se realizaba la entrega del premio al subcampeón y el reconocimiento a la jugadora recientemente distinguida como “Cardenal”, reconocimiento entregado el viernes pasado.
¿Cómo puede destacarse como representante del fútbol femenino a una jugadora con antecedentes de conducta violenta, mientras el equipo campeón ni siquiera pudo recibir su premio?

Como participantes del equipo Barrio Sud, expresamos nuestra preocupación por la ausencia total de seguridad, la repetición constante de episodios similares en esa cancha y la naturalización de la violencia dentro del fútbol femenino local. Lo que debería haber sido un festejo terminó siendo una experiencia amarga, cargada de tensión.

Pedimos simplemente que estos hechos se visibilicen y que se tomen cartas en el asunto, no puede ser una sana costumbre estos hechos en dicha institución. Sanción para jugadoras, cuerpos técnicos y presidente del club Libertad