La Casita 7 años de puertas abiertas
(AP Noticias) La Casita 7 años de puertas abiertas

La Casita 7 años de puertas abiertas

La Casita compartió, el viernes 19 de diciembre, la exposición de trabajos y realizó el cierre del año con sus actividades de talleres y desde ese ámbito las responsables Anabel Masine y Andrea Quinteros agradecieron a quienes integran el equipo y quienes concurren poder estar mostrando a la comunidad este nuevo cierre de 7 años de trabajo que se vienen desarrollando en este Centro Municipal de Orientación y Contención en Consumos Problemáticos, un espacio gratuito que ofrece apoyo, talleres terapéuticos, grupos de reflexión y orientación para personas con problemáticas de adicciones.

Anabel Masine y Andrea Quinteros, en diálogo con AP Noticias, dieron a conocer la importante función que cumple este dispositivo en beneficio de la comunidad.

Anabel Massine, responsable del área desarrollo humano, cuya intervención tiene un impacto social muy importante, lo mismo que la casita de la cual dijo que “es una parte fundamental este centro de contención y orientación. Desde este lugar hay una puerta abierta para que la comunidad pueda acercarse y saber que están este espacio para contener, para escuchar, para saber que hay personas, profesionales que están dispuestos justamente dar una mano, una respuesta a esa demanda, a ese problema, esa inquietud que se presenta”.

Agregó que “Hay otras áreas que dependen también de la dirección de desarrollo humano y tienen que ver con el área de niñez, el área alimenticia que son los comedores y un área nueva que es el área de prevención del suicidio. Así que la verdad que en materia social es un área bastante importante y compleja para seguir justamente fortaleciendo estos pequeños espacios donde el trabajo que se hace es inmenso”.

Andrea Quinteros, que brinda atención psicológica como herramienta esencial, señaló: ”Con experiencia de años en atención de los consumos problemáticos, la idea es aportar, brindar, las herramientas no solo desdelo profesional, sino también desde lo humano. Poder pensar que este ámbito de la comunidad también eh necesita un espacio donde asisten la mayoría de adultos varones, de igual manera tenemos algunas que otras visitas de otro género, pero estamos abocados a la atención de personas que en esta etapa de la vida están atravesados por esto de los consumos problemáticos”.

“Nuestra intención, como decimos siempre, es poder ofrecer un espacio de contención. El espacio de contención siempre se ordena, decimos nosotros que en primera instancia desde una escucha activa, siempre tratamos de que esta escucha de alguna manera no solo tenga que ver con las necesidades, con las habilidades, con los deseos de las personas, sino poder ayudarlos a reencausar ese gran proyecto de vida que de alguna manera se ha visto interrumpido”.

“Desde La Casita, ofrecemos la orientación psicológica y también trabajamos en la modalidad de talleres los cuales están organizados desde poder pensar las gestiones que tenemos que hacer para poder trabajar en comunidad. Nosotros trabajamos, en esa vinculación con la educación de jóvenes y adultos, que este año nos brindaron desde el municipio sus talleristas Jorge, Patricia, Gala, Cecilia, Eugenia y Marina para que los chicos puedan aprender”.

“También hay gente de, como decimos nosotros, que de buena voluntad y con mucho amor, respeto y vocación colabora como es Florencia, que ha realizado su trayectoria, en la finalización de su carrera de trabajo social, que ha sido un pilar fundamental en la contención, en el acompañamiento de quienes hoy estamos trabajando en La Casita. Nosotros somos los ordenadores, pero en realidad la hacen quienes asisten a este dispositivo”.

Cuando hablamos de desarrollo humano, estamos dentro de un enfoque integral, en definitiva, con el factor humano y los derechos de las personas. Anabel Masine consideró que “no podemos llevarnos por los números o la cantidad, sino justamente de lo que se ha podido garantizar en esas personas que se acercan a estos distintos espacios y a partir de eso uno puede hacer una evaluación desde otra mirada más cualitativa en cuanto a cómo ha mejorado su calidad de vida. su salud, su inserción laboral, las posibilidades de recuperar sus vínculos, sus lazos sociales, familiares. Desde ese lado, la verdad que nosotros ahí sí podemos hacer una evaluación realmente positiva y donde vemos que los cambios son posibles, que estos espacios realmente sirven para la comunidad, porque también de parte de ellos nosotros vemos la recepción en cuanto a que en el boca en boca se va conociendo este lugar. ¿Qué es lo que se trabaja? ¿Cómo se trabaja? esto de posibilitar que a la persona se la tenga en cuenta como sujeto de derecho, desde su nombre, su apellido, su lugar de residencia y sin importar todo lo que traemos y que a veces es una mochila pesada, sino todo lo bueno que podemos brindar y que posibilita que justamente sea parte de ese cambio de vida al cual de alguna manera buscamos cuando decimos que desde este lugar lo que vamos formando es el proyecto de vida para cada una de estas personas”.

Agregó que “nosotros podemos este hacer una evaluación en una mirada integral de cada uno de los derechos que trabajamos y justamente nos permite poder hacer este tipo de acciones, demostrar a la comunidad que se vea que la participación de las personas es efectiva y que justamente después se puede estar pensando en su inserción en distintos ámbitos de la comunidad. Así que, desde ese lugar, para nosotros es muy bueno poder continuar con este tipo de acciones, con este tipo de espacios y por supuesto con el trabajo interinstitucional que mencionaba también Andrea”.

Andrea Quinteros señaló que “esta red ha permitido conectar con alcohólicos anónimos. Este año ha sido fundamental el trabajo con esta institución, porque ellos brindan un espacio de contención, y lo que nosotros tratamos de hacer es que los chicos que pueden asistir acá tengan la posibilidad también de insertarse en esos espacios porque pensamos que cuantos más espacios de contención podamos ofrecer desde o hacia la comunidad, las personas van a estar consideradas nuevamente como tales y no significadas o con una etiqueta. Somos todos personas, quienes vienen acá y tienen derecho a realizar y a pensar en un futuro como cualquiera de nosotros y más que nada trabajar. Todo esto de posibilitar en el funcionamiento como mediadores, en el acceso a la salud, al trabajo, acceso a determinados espacios que estas personas por sí mismas muchas veces no pueden o no se sienten preparadas y capaces. La idea es justamente volver a prepararlos para reinsertarse en esta vida a la cual tenemos todos derechos”.

Anabel Masine consideró que “una de las grandes causas de esta problemática es la pérdida de la afectividad. Nosotros decimos que muchas veces las personas que llegan acá lo hacen desprovistas de afectos, no solo porque lo han perdido porque, lamentablemente esto del consumo adormece, enlentece, las emociones. Y la idea justamente es empezar a trabajar desde lo más simple, desde la mirada, del otro, atentos a cómo llegó hoy, cómo se siente, qué pudo hacer, qué no pudo hacer y trabajar desde lo simple porque nosotras estamos convencidas que, desde este lugar hay personas que no pueden salir solas. Por eso necesitamos esta red, donde por tiene que primar la empatía, porque si no entendemos de qué se trata esto, probablemente no podamos ser beneficiosos en este trabajo y en esto también del reconocimiento de las personas que diariamente hacen funcionar La Casita funcione y que tiene que ver no solo con la figura de Andrea, que es fundamental porque ella es quien coordina todas las acciones que se llevan adelante, sino también desde la figura de Tere, que es quien recepciona todo esto desde la llegada de una persona, de un familiar, de un vecino y con esa sola percepción de esa persona que llega ya permite que el otro tenga la este la grandeza de decir, "Bueno, aquí me van a escuchar, eso es fundamental para poder dar un pasito, estar adentro y poder entender todo el trabajo que se hace acá. Entonces digo que las personas que trabajan tienen también han podido incorporar esto de decir desde qué lugar nosotros estamos aceptando, trabajando y recepcionando a quienes llegan estas personas que llegan. Entonces, también es un trabajo diario de aceptación propia. Nosotros también tenemos nuestros propios problemas familiares o de nuestra vida cotidiana. Entonces también a la hora de hacernos parte de este lugar, es realmente importante que cada una de las personas, el lugarcito que ocupan lo hagan de la mejor manera, con toda la predisposición y, por supuesto, con toda la empatía que es necesario para este tipo de lugares y el agradecimiento es para ellas, que son las que están todos los días dándole forma a este lugar, abriendo las puertas y, por supuesto y que realmente sea una casita para que las personas que vienen puedan sentirse como en su casa. Entonces, esa es la idea de poder sostener y mantener este espíritu”.

Andrea Quinteros invitó a quienes están atravesando una situación de consumos problemáticos y no se han animado todavía a concurrir a La Casita “el funcionamiento es en horario de la tarde, de lunes a viernes, de 16 a 20 horas. Hay que llegar y dar el primer paso. Muchas veces dar el primer paso puede o no funcionar, pero hay que darse la posibilidad de dar ese primer paso. De esto se sale, de esto se puede llegar a pensar en un tratamiento. A veces los tratamientos llevan más tiempo de lo pensado porque tienen sus procesos, tienen sus tiempos, tienen sus momentos. Justamente estamos en la casita para acompañar estos procesos. Estos procesos son muy individuales, son muy subjetivos y son de cada uno, pero hay que animarse porque siempre hay que dar el primer paso y creo que hoy es importante que en Villaguay tengamos un lugar municipal, porque no son muchos los departamentos que lo tienen, donde se trabaje específicamente en esta problemática”.
Villaguay 2025-12-21














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