(AP Noticias) EL SOL Y LOS NIÑOS.Recomendaciones de ALCEC
EL SOL Y LOS NIÑOS
Recomendaciones de ALCEC
En los niños el sistema natural de protección no está desarrollado y en ellos el daño solar es máximo y acumulativo, de manera que una adecuada protección desde la infancia disminuirá el riesgo de desarrollar cáncer en la edad adulta.
El cáncer de piel puede prevenirse limitando la exposición solar mejorando los hábitos solares. La infancia, es un período de la vida en el cual es frecuente una exposición solar prolongada, debido sobre todo a los hábitos de juego de los niños. Algunos estudios indican que a los 18 años, una persona ya se expuso al 80% del total de las radiaciones solares que recibirá en toda su vida.
La promoción en la infancia, de conductas sanas de exposición, enseñando los efectos beneficiosos y perjudiciales del sol y cómo protegerse, tiene una importancia capital en la prevención del cáncer de piel.
FOTOPROTECCIÓN PROPIA DE LA PIEL
La piel tiene mecanismos naturales de fotoprotección.
Ellos son:
• Hiperqueratosis: engrosamiento del estrato córneo (la capa más externa de la piel).
• Melanogénesis: síntesis y distribución de melanina.
• Determinados sistemas enzimáticos, algunas vitaminas y oligoelementos que actúan para desactivar los radicales libres.
• En los niños éstos no están completamente desarrollados por la escasa presencia de melanina, la capa córnea más fina y permeable que la de los adultos, y por lo tanto requieren una adecuada fotoprotección adicional.
La radiación solar es fuente de vida en la tierra, pero la exposición a ésta de forma incontrolada supone un riesgo ambiental para la salud, por sus efectos perjudiciales en nuestra piel. Las quemaduras solares, la fotosensibilidad, las fotodermatosis, la inmunodepresión, el fotoenvejecimiento y la fotocarcinogénesis son los principales efectos adversos cutáneos de la exposición a la radiación solar sin las mínimas medidas preventivas.
El aumento de la esperanza de vida, la excesiva exposición al sol debido a las actividades de ocio al aire libre o a la búsqueda del bronceado y, en algunas áreas terrestres, la depresión de la capa de ozono, ha contribuido al incremento de los problemas cutáneos.
Por tanto, el principal objetivo de la fotoprotección va a ser el de prevenir el daño que ocurre en nuestra piel como resultado de su exposición a la radiación ultravioleta (UV).
Dicha prevención es aconsejable a todas las edades, pero es en la población infantil y en los adolescentes en quienes se debe hacer especial énfasis. Los niños son más susceptibles a los efectos nocivos de las radiaciones UV que los adultos. Así, los episodios de quemaduras durante la infancia y la adolescencia han sido propuestos como un factor de riesgo independiente para el desarrollo de melanoma en la vida adulta. Además, existe una asociación entre la exposición solar en la infancia y el desarrollo de nevos melanocíticos (lunares).
Toda conducta adquirida en forma temprana, tiende a perdurar a lo largo de la vida. Por ello, la niñez es una etapa crucial en el desarrollo, en la que existe una gran receptividad y permeabilidad para el aprendizaje y la asimilación de hábitos saludables duraderos y actitudes positivas para la salud.
Villaguay 2021-01-12