El acto central por el 42 aniversario de la Guerra de Malvinas se realizó en el monumento a Malvinas ubicado en el acceso norte Carlos Fuertes de Villaguay.

Con la presencia del Intendente de la ciudad Adrián Fuertes y los veteranos de Malvinas Hernando Acosta, Fernando Jaime, Marcos Fernández, Ramón Linares, Rodolfo Lugren y Aníbal Ricardo Nieves, la Vice Intendenta y Pte. del HCD, Diana Baccaro, el senador Juan Pablo Cosso, las Diputadas Susana Pérez y Mariana Bentos, el Jefe del Reg. de Inf. Mec. 5. Gral. Félix de Olazábal y jefe de la Guarnición Militar Villaguay Tte. Cnel. Juan Adolfo Schlegel, el jefe del Reg. de Cab. de Tan.1, Cnel. Brandsen, Tte. Cnel. Rodolfo Grazzini, el jefe de Radar Villaguay de la F.A.A, Capitán Sebastián Gambino, el jefe del destacamento de GN, Alférez Brian Choque, el subjefe departamental de Policía, Comisario Insp. Claudio Pereira, en representación de la escuela de policía Oficial Ppal. Pablo Dell, los secretarios de Asuntos legales e Institucionales, Dr. Miguel Federik, de desarrollo, infraestructura y hábitat José María Cisneros, de Turismo, deportes y medio ambiente Cecilia Revoredo, de producción y empleo Horacio Manzatto, concejales, directores de áreas, representantes de entidades intermedias y vecinos de la ciudad.

El vicario de la Parroquia Santa Rosa de Lima, Julián Rodríguez, pronunció una invocación religiosa por los caídos en la guerra. "Queremos pedirle al Señor por cada uno de nosotros, por todos los combatientes y todas las personas que han entregado su vida por nuestra Patria, por nuestra Nación, por su soberanía. Especialmente que bendiga a todas las familias, a todo nuestro pueblo argentino. Se lo encomendamos a Nuestra Madre la Virgen de Luján que acompañó a todos los combatientes en Malvinas. Pedimos por la paz en el mundo, la concordia de los pueblos y que el Señor nos acompañe siempre en nuestro camino que queremos construir de paz y armonía entre todos".

La Vice Intendenta y Pte. del HCD, Diana Baccaro hizo referencia al "desalentador escenario político, económico y social que hace 42 funcionó como motivo para tomar decisiones cuyas consecuencias dolorosas nos convocan. Cada 2 de abril, atravesados por nuestra historia nos abrazamos en intima complicidad, con la fuerza del amor por la patria que nos une para sostener que las Malvinas son y serán argentinas aún, formando parte de disputas diplomáticas y de agendas cumbres y así lo sentimos porque están impregnadas de sangre nuestra, de miradas de estupor, de pieles erizadas de miedo y frío, abrazos, despedidas entre gritos y estruendos cuyos ecos aún nos encuentran".

"El valiente espíritu de nuestros héroes las habitan. En dos meses más de 600 argentinos muertos y 500 que sobrevivieron fueron víctimas del horror, de sentir la necesidad de acabar con sus vidas. Más de 1000 heridos y una desolación infinita".

"En lo personal, en 1982 fui a la estación central de Villaguay a despedirlos, teníamos más o menos la misma edad. en esa época muchos construimos nuestra historia desde una universidad, ellos desde el campo de batalla o desde el encierro estuporoso con el heroico terror de la incertidumbre. Los que volvieron ya no fueron los mismos. el almanaque se plantó en el 14 de junio. Algunos dicen que el sexto mes del año es el dedicado a la juventud, se representa bajo la figura de un joven que señala con el dedo un reloj solar y tiene en la otra mano una antorcha. Los que volvieron ya no fueron los mismos, les sacaron el tiempo, les marcaron otros caminos, los obligaron a otros recuerdos".

Me tomo el permiso de amontonar poesía con las palabras de Jorge Castañeda y Juan Carlos Distéfano, para los que volvieron acompañados por la Virgen de Luján, para los que pueden tener su nombre grabado en una cruz y para los soldados argentinos solo conocidos por Dios:

“Soldado de mi Patria, muchacho de mi pueblo, mi criatura dormida, heredero del viento. Qué cunas te faltaban, qué trincheras te vieron, qué fosas insondables albergaron tus sueños. / Soldado de mi Patria, retazo de mi pueblo, misil de los ensueños. Te nombro y no te olvido, te busco y no te encuentro, te lloro por las noches y al alba aún me acuerdo. /Porque sos la memoria de mi Patria, y yo apenas tengo tu recuerdo. Porque sos la conciencia de la Patria y apenitas tengo su pañuelo”.

“Yo no calcé tu bota ni anduve a tu costado. Perdóname, te juro que lo siento. Yo no calcé tu bota de soldado, hermano y compañero. Me guarecí en el hueco de mi casa. Te supe afuera y me quedé adentro. Me fui a barajas… y te escribí estos versos”.

“Y tuya fue la niebla y los kelpers. Y mío el capote de repuesto. Yo, confortado en la cama de mi casa; vos, compañero, sin aliento. Yo no calcé tu bota, quedé en mis escritorios. Pobres trincheras de hombres muy pequeños. Yo me lavé las manos, Pilatos redivivo, te juro que lo siento”.

“Yo no soy digno de llamarte hermano, ni de que hables mutilado y muerto. Pero mírame con tus ojos limpios, criatura con fusil, misionero del viento. Yo no calcé tu bota de soldado. Es cierto. Te confieso y me confieso. Pero, mírame, mírame, te suplico. Abrí los ojos de hombre, niño muerto. Mírame, compatriota, una vez sola, una vez al menos. Yo no calcé tu bota. No anduve a tu costado. Perdóname. Fui cobarde. Perdóname, te juro que lo siento”, finalizó.

Durante el acto se entonó la Marcha de Malvinas, hubo un minuto de silencia por los caídos en defensa de la Patria y se hizo entrega por parte de las autoridades presentes de reconocimientos a los Veteranos de Malvinas Hernando Acosta, Fernando Jaime, Marcos Fernández, Ramón Linares, Rodolfo Lugren y Aníbal Ricardo Nieves.